El modo m谩s elemental de la oraci贸n 鈥攄el contacto entre el hombre y Dios鈥 es sin duda la plegaria en el sentido m谩s corriente de la palabra, pues es la expresi贸n m谩s directa del individuo, de sus deseos y de sus temores, de sus esperanzas y de su gratitud. Esta plegaria, sin embargo, es menos perfecta que la oraci贸n can贸nica, que tiene car谩cter universal por el hecho de que su autor es Dios y el sujeto que habla no es el individuo singular, sino el hombre como tal, la especie humana; por eso esta oraci贸n no contiene nada que no interese al hombre, a todo hombre, lo que equivale a decir que engloba 鈥渆minentemente鈥 o por a帽adidura, todos los rezos individuales posibles; puede incluso hacerlos superfluos, y, de hecho, las Revelaciones permiten o recomiendan el rezo individual, pero no lo imponen. El rezo can贸nico indica su universalidad y su valor intemporal expres谩ndose la mayor铆a de las veces en primera persona del plural, y tambi茅n utilizando de preferencia una lengua sagrada o lit煤rgica, luego simb贸licamente universal, de suerte que es imposible, para el que lo recita, no rezar por todos y en todos.
