Uno Allá en otros tiempos (y bien buenos tiempos que eran), había una vez una vaquita (¡mu!) que iba por un caminito. Y esta vaquita que iba por un caminito se encontró un niñín muy guapín, al cual le llamaban el nene de la casa... Éste era el cuento que le contaba su padre. Su padre le miraba a través de un cristal: tenía la cara peluda.